Uno de los capÃtulos más pesados del pedido de juicio polÃtico de Elisa Carrió a Ricardo Lorenzetti es el relativo al poco conocido mundo de los seguros ambientales, un negocio cartelizado que ofrece a las poquÃsimas manos que lo concentran unos 200 millones por año, prácticamente a cambio de nada.
En su pedido de juicio polÃtico, Lilita cuestionó "el rol y el conocimiento de Lorenzetti en el manejo del cooperativismo no solo en lo que tiene que ver con las normas que regulan la administración de fondos de este tipo de figuras jurÃdicas sino también para entender como fue estructurado el negocio de los seguros ambientales que devino en concentración empresaria, especulación financiera y escasos resultados en relación a su pretendida finalidad de defender el ambiente".
Carrió envió sólo un anticipo de esa denuncia especÃfica, acaso porque se trata del tema más denso, que no sólo vincula al presidente de la Corte Suprema con un espectacular negociado, sino a actores de todo el sistema polÃtico.
En 2008, la entonces secretaria de Ambiente, la albertista procesada por malversación de fondos Romina Picolotti, lanzó el Seguro Ambiental Obligatorio para todas las empresas que realicen actividades riesgosas para el ambiente.
La resolución de Picolotti venÃa con una trampa: para que la compañÃa de seguros pudiese emitir pólizas, le requerÃan una doble aprobación: una de la Superintendencia de Seguros y un contrato previo con las empresas remediadoras de residuos.
El seguro ambiental cuesta el 4% del supuesto riesgo, casi el cuádruple que cualquier otro seguro de caución. Desde aquella resolución de 2008, las aseguradoras sólo tuvieron que pagar una vez: fue tras el derrame de la Barrick Gold en Veladero, San Juan, el año pasado, cuando el ministro Sergio Bergman, ejecutó la garantÃa de 50 millones por primera vez en la historia del sistema.
El actor más fuerte en la industria del tratamiento de los residuos peligrosos es el Grupo Mauro. Este grupo que lideran los hermanos Gustavo y Fernando Mauro, supo tener nexos muy fuertes con el propio Macri. En 2002 el Grupo Macri se asoció con ellos para gestionar varias empresas del rubro de los residuos, entre ellas la ex Manliba. Luego Macri se desligó de los Mauro y con los años terminaron enfrentados.
El Grupo Mauro tiene una parte del Ceamse y son dueños de la planta de tratamiento de residuos ARX Arcillex S.A. ubicada en José León Suárez. Por este negocio, tuvieron fuertes cortocircuitos con el Grupo Roggio, también metido en el negocio del relleno sanitario. Los Mauro, reconocidos como hábiles y audaces hasta por sus enemigos, lograron doblegar al veterano constructor.
En la campaña de 2015, estos empresarios terminaron apoyando a Daniel Scioli y Roggio a Macri, quien mantiene un respeto especial por el empresario cordobés. Una vez en la Presidencia, Macri se fijó como objetivo licuar el poder económico de los Mauro, con la certeza de que financian a sectores del peronismo de la provincia.
Cuando asumió la presidencia, Macri ordenó a Bergman, que les comunicara a las empresas aseguradoras que se abrirÃa el mercado. El rabino eligió el hotel Hilton para convocar a todos los actores del sector y anunciar la nueva polÃtica: desde ese preciso instante su vida se volvió bastante más complicada.
Sancor Seguros fue una de las firmas que aprovechó el cambio para poner una pata en el negocio. Ya armó una empresa para entrar en el juego, aunque con cautela. El Grupo Asegurador La Segunda, evalúa seguir sus pasos.
En el mercado, también señalan que detrás de toda esta guerra está agazapado la filial local de AON, una aseguradora vinculada a Franco Macri que se quedó sin licitación con los seguros de todos los trenes estatales por más de 300 millones, como reveló en exclusiva LPO y ahora investiga la justicia federal. El broker Jorge González Gale, Ãntimo del padre del presidente se metió en esa operación. La española Reale también quiere entrar en el negocio.
El cambio no fue -ni es sencillo- y se cobró algunas vÃctimas. En el proceso, saltó por el aire el titular de la Superintendecia de Seguros, Isaac Podjarny, echado por Luis Caputo en enero de este año. Este funcionario incluso fue vÃctima de un ataque mafioso en un garage, cuando lo molieron a palos, ante la sugestiva desaparición de su custodia.
Los vÃnculos con Lorenzetti y Lijo
Los Mauro son dueños de Testimonio, el jugador más importante de las aseguradoras ambientales y la única empresa que emitÃa, hasta el inicio del mandato de Macri, las pólizas de seguro ambiental bajo apercibimiento de clausura de Acumar, el organismo encargado de sanear el Riachuelo, además de los organismos ambientales de la provincia de Buenos Aires y de la Nación.
En el sector calculan que Testimonio maneja un negocio de más de 200 millones de pesos anuales. En el mercado de las empresas de tratamiento de residuos, adjudican a los Mauro el poder de incidir sobre el otorgamiento o rechazo del Seguro Ambiental Obligatorio, una llave -entre otras- clave para bloquear el ingreso de nuevos jugadores al negocio.
Y señalan que en su entramado de poder logra conseguir aliados importantes en la Justicia.
Y es ahà donde aparece el vÃnculo con Lorenzetti, que en 2014 hizo votar a la Corte en favor de los Mauro: En diciembre de ese año la Corte Suprema revocó una medida cautelar dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal que habÃa suspendido la vigencia de las normas reglamentarias del seguro ambiental. El proceso judicial se habÃa iniciado luego de que Cristina intentara cortar el negociado con un decreto en 2012.
Cristina se cansó de escuchar las quejas de la UIA por el sobrecosto que representa el seguro tal como está planteado y eliminó por decreto la doble aprobación, para favorecer la entrada de nuevos jugadores. Un amparo que rápidamente concedió el juez federal Ariel Lijo bloqueó la decisión presidencial.
Lijo tiene llegada directa a la SecretarÃa de Juicios Ambientales de la Corte Suprema, que conduce el ex funcionario kirchnerista Néstor Alfredo Cafferatta, que responde directamente a Lorenzetti.
Este organismo de la Corte Suprema tiene incidencia directa en el control del fallido proceso de saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo que está en cabeza de la Acumar, ahora presidida por la macrista Gladys González, que ya enfrenta rumores de renuncia -se menciona al ex funcionario de Espacio Público, Jorge Zalabeite en su lugar-. En la audiencia de fin del año pasado convocada por Lorenzetti, el presidente del máximo tribunal tuvo que soportar que le reprocharan que durante el kirchnerismo se destinaron 5200 millones a estos trabajos, que desaparecieron sin mayores controles ni avances.
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- 315/04/1711:44Tiene razón LLila este es un trucho con la cara operada igual que pichotto para hacerse más jóvenes. Pero recordemos que Lila esta caliente porque no le pasan más escuchas de Cristina porque ahora van todas derechito a manos del inútil de Majul. Salvo las de Campanella que se la mandaron al ilustre visitante nosturno al Lawn Tennis el Sr. fantino.
- 209/04/1708:35Todas las ratas peleándose por el queso...
- 107/04/1718:26LA CSJ ES TAMBIEN UNA BANDA SOBRE TODO LORENZETTI Y HIGHTON